Apenas pisó la "Ciudad Luz", la intérprete de "Umbrella" acudió a la tienda Lovestore para comprar ropa interior, juguetes sexuales, unas esposas de cuero, velas perfumadas, aceites de baño y un libro erótico de la fotógrafa Ellen Von Unwerth.
"Ella sabía exactamente lo que buscaba, no quería ninguna ayuda cuando llegó a escoger lo que compraría", comentó un testigo de la tienda al diario inglés The Sun.
Otra fuente le dijo al periódico que Rihanna llegó en un coche con los vidrios ahumados y se estacionó justo en frente de la tienda.
Otros testigos agregaron que que la artista de Barbados salió sonriente al local, cargando sus bolsas y con apuro de volver a su hotel.
Poco después, la cantante además fue captada al salir de su hotel, donde la aguardaban decenas de fans para tomarle fotos y solicitarle autógrafos, en tanto ella cargaba orgullosa el libro pornográfico que adquirió en la sex shop acerca de prácticas sexuales sadomasoquistas de la fotógrafa Ellen von Unwerth.
El libro, llamado Omahyru & Boyd, muestra imágenes de mujeres atadas y amordazadas, así como acción de chicas con chicas, alimentando rumores de que podría tener un lado lésbico.
Violencia, amor y seducción
Días antes de llegar a Francia, Rihanna estuvo en Madrid, donde además ofrecer un recital, estrenó el videoclip "We found love", con el que también causó polémica por su alto contenido de violencia y sensualidad.
"Nunca antes habíamos hecho un video así. Es probablemente uno de los videos más profundos que jamás he hecho en mi carrera. Es sobre el amor y el amor visto como una droga", escribió la cantante en su Twitter el día del lanzamiento.
En el clip, aparece al lado del cantante británico Dudley O'Shaughnessy y parece hacer referencia a la tormentosa relación que sostuvo con Chris brown; desde el rodaje de la historia, comenzó la censura, con un granjero que pidió a Rihanna taparse un poco.
